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Oniria, El sueño de Julia (Sesión de inspiración)

Oniria, El sueño de Julia (Sesión de inspiración)

Este trabajo ha sido publicado en el blog Tendencias de Bodas.

En este antiguo convento del siglo XVI Julia fantasea con el día de su boda. Allí un dulce sueño la transporta directamente al momento más especial de su vida. Un sueño nítido y lleno de detalles en el que esta solitaria novia se visualiza llegando al altar, se deleita con una cálida mesa con candelabros presidida por un majestuoso centro de flores; y donde imagina con precisión cómo será su tarta nupcial.

Queremos seducirte con este fabuloso reportaje de Boda y Arte al que hemos titulado «Oniria, el sueño de Julia«, una sesión de inspiración para la que apostamos por una novia delicada pero sensual, con toques bohemios y melancólicos, vestida con  tejidos ligeros y volátiles.

La sesión se basa en la esencia básica del emplazamiento. Un convento de monjas clarisas restaurado en el siglo XXI y transformado hoy en un restaurante japonés. Se conservan sus antiguas paredes hechas de yeso con diferentes texturas y en el claustro se descubren las piedras con las que fueron construidos sus arcos, cosa que nos cautivó. Junto a las texturas y materiales, apostamos por el tul y las transparencias en el vestido. Un diseño combinado muy romántico de Alicia Rueda Atelier, para el que Nicté Tocados creó una preciosa diadema de flores elevada, una pieza artesanal única.

El resto del estilismo de Julia (a quien da vida la bloguera de moda Susan Style) lo ponen Elías Gerrero, de Elegance Peluquería, y Marina Egido, que se encargó del maquillaje. Ambos dejaron radiante a nuestra novia.

Para la papelería, nos decantamos por el estilo hand lettering, y contamos con un diseño de Save the Date ProjectsEn la última foto puedes apreciarla al completo, junto a una de las cajitas hechas a mano de The Pretty Box para portar los anillos más especiales del mundo.

Los elementos metálicos en plata y los orgánicos en colores crudos se encuentran representados en la mesa, el ramo, la tarta y el tocado. Para conseguir esta armonía nos rodeamos del mejor equipo: Colibrí, responsable de los arreglos florales, y De un Bocado, y sus tartas que siempre nos dejan sin palabras.

En el diseño floral nos dejamos llevar por la tendencia de los ramos y centros de gran tamaño y desestructurados, con más peso en un lado que en otro. Además quisimos utilizar flores de pequeño tamaño con el toque blanco de anémonas, flor de algodón o cristantemos.

En la gama de color, los elegidos son tonos neutros que van desde los grises hasta los beiges, ya que en el convento están presentes por todos lados. Una paleta de color que le imprime a esta sesión una anhelada atmósfera onírica de paz, melancolía y delicadeza.

Lo que no sabemos es si esta conjunción armoniosa de elementos existió en realidad o si simplemente fue fruto de un dulce sueño.

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